Se hace imposible iniciar la presentación de este nuevo número de la Revista de Trabajo Social sin hacer referencia al movimiento estudiantil que en nuestro país ha venido desarrollando una demanda por un sistema educacional más justo e inclusivo. Pensamos que el movimiento estudiantil ha logrado instalar en la conciencia de la mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, la convicción ético-social de las profundas inequidades socio-económicas que afectan a nuestro país, y que se reproducen y perpetúan en el sistema educativo chileno, agraviando moralmente a los grupos más vulnerables de nuestra sociedad. Es nuestra adscripción a los principios éticos suscritos por Escuelas y Gremios de Trabajo Social a nivel nacional e internacional, el que nos compromete en la transformación de situaciones de exclusión y desigualdad social y en la promoción de ciudadanía. Es por ello que en su minuto pudimos declarar: “Trabajo Social, nunca ha estado ni estará en la historia de Chile, ni del lado de los observadores de los movimientos sociales, ni del lado de la naturalización de formas de relaciones sociales opresivas e inequitativas, origen del profundo malestar que se expresa crecientemente en nuestra patria”. El actual número de la Revista recoge estas y otras reflexiones incorporando artículos sobre movimientos sociales emergentes y sobre cómo las políticas públicas responden o no responden a las demandas imperantes en nuestra sociedad. También damos a conocer modelos de intervención en los ámbitos de la familia y la comunidad y profundizamos en una reflexión sobre la necesidad de interculturalidad en un país latinoamericano como el nuestro; dando cuenta de la amplia gama de intervención e investigación en la cual nos desempeñamos las y los trabajadores sociales.